Declaración de Fuerza Migrante
El Consejo Binacional de Fuerza Migrante, observa con atención y curiosidad una campaña de difamación que se realiza desde hace varios días contra el Movimiento Fuerza Migrante y su Presidente Jaime Lucero.
La campaña parece ser organizada por personas que se identifican como simpatizantes de unos de los grupos del Partido Morena en Nueva York, y quienes por motivos que aún desconocemos también han generado discordia entre la comunidad mexicana y promovido otras campañas de odio contra los consulados mexicanos en Estados Unidos y sus empleados, quienes también son migrantes mexicanos.
Condenamos enérgicamente cualquier campaña de desprestigio así como las acciones que con información falsa pretenden incidir y polarizar la opinión de la comunidad, con el objetivo de criminalizar y deslegitimar la labor que realizan los consulados mexicanos, y las organizaciones sin fines de lucro como Fuerza Migrante.
Fuerza Migrante está conformado por un grupo de voluntarios y voluntarias unidos con un mismo objetivo: impulsar el empoderamiento económico y social de la comunidad mexicana en Estados Unidos y sus familias en México, a través de la educación.
Nuestra organización es un movimiento binacional apartidista fundado en diciembre de 2019 y su Consejo Binacional está conformado por 11 comisiones, cuyos integrantes residen en múltiples estados de la Unión Americana y México.
La comunidad migrante ha sido y es ejemplo de trabajo, respeto y de unidad. Es importante rescatar el diálogo y la colaboración con aquellas organizaciones, personas y grupos que se enfocan en el desarrollo de los migrantes y denunciar aquellos grupos radicales que buscan dividir a la comunidad mexicana en Nueva York así como en otras partes de Estados Unidos.
Bajo la presidencia de Don Jaime Lucero, migrante poblano y empresario exitoso con más 40 años de trabajo comunitario; Fuerza Migrante es uno de los movimientos binacionales mayormente reconocidos que en menos de un año ha logrado generar una red compuesta por 217 organizaciones e instituciones y 680 clubes de oriundos, que trabajan en beneficio del desarrollo de la comunidad migrante mexicana.
La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero no debe ser utilizada para desacreditar o dañar el trabajo de organizaciones que han tenido un crecimiento legítimo basado en hechos.
Ningún grupo o individuo tiene derecho en tratar de destruir el servicio comunitario que se ha realizado durante décadas sobre fundamentos falsos, sin enfrentar acciones legales en su contra.