José Gutierrez
José se ha convertido en un ejemplo de éxito para los migrantes en la Villita en Chicago. José llegó a los 20 años de edad a Estados Unidos sin dinero, sin saber leer ni escribir. En México trabajaba en una florería.
Pasó 8 días en el desierto, sin agua y sin comida. Por un año y medio trabajó de lavaplatos y hoy es un exitoso empresario de decoración de flores. A pesar de la cancelación de todos los eventos y pese a la pandemia del coronavirus, José busca mantener el trabajo a sus empleados. En estos momentos está luchando para que La Villita no sea señalada como un foco de infección para que los negocios de migrantes latinos no sean afectados en la reapertura.
José considera que debe reconocerse el valor de los migrantes porque “no somos conformistas, sabemos aprovechar las oportunidades, nos arriesgamos y no estamos esperanzados a la ayuda de ningún gobierno”.
José Gutiérrez has become a clear success story for the migrants living in the Villita neighborhood in Chicago, Illinois. He arrived to the U.S when he was 20, from Mexico, with no money and no formal education.
He did not know how to write or read. Once in the U.S. he worked for about a year and half as a dishwasher and today he is a successful entrepreneur; he is as a style decorator that uses flowers for most of his work, a trait he learned in Mexico, where we worked at a flower shop before emigrating north.
Despite the downturn in most businesses around the U.S. due to the COVID-19 pandemic, he is trying to keep the jobs that depend on his business and he is fighting to keep La Villita as healthy as possible so that the neighbourhood and its businesses can reopen safely once the restrictions are lifted. “We aren’t conformists, we know how to take advantage of opportunities, we take risks, and are not hopeful of any government giveaway”, we work hard. José proudly says.